LAS RELIQUIAS

En 1227, el año siguiente a la muerte de San Francisco de Asís, seis religiosos de la región de la Toscana, en Italia: Ángelo, Samuel, Dónulo, León, Hugolino, y Nicolás, solicitaron al Hermano Elías de Cortona, entonces Vicario General de la Orden Franciscana, permiso para predicar el Evangelio a los paganos que habitaban el Norte de África.

Aún no ha sido desvelada la ubicación real de las santas reliquias de Daniel y Compañeros. Algunos autores creen que los restos venerables de los Santos Patronos fueron trasladados desde Ceuta a la Península. Otros concluyen que los cuerpos de los Mártires fueron recogidos por los cristianos y colocados con honor en la alhóndiga (barrio genoveses, marselleses y pisanos).

Según otros historiadores, que probablemente confunden a estos siete mártires con los cinco protomártires que murieron en Marrakech, las reliquias están en Portugal donde son venerados. Con todo, las reliquias no aparecen en parte alguna, ni en la Orden franciscana hay memoria cierta de su traslación. Lo más razonable es pensar que los restos venerados de los siete Mártires siguen enterrados en Ceuta en un sitio que sólo Dios conoce.

 

Hechos de los Apóstoles 7, 55 - 58

«Pero él, lleno del Espíritu Santo, miró fijamente al cielo y vio la gloria de Dios y a Jesús que estaba en pie a la diestra de Dios; y dijo: «Estoy viendo los cielos abiertos y al Hijo del hombre que está en pie a la diestra de Dios». Entonces gritando fuertemente, se taparon sus oídos y se precipitaron todos a una sobre él; le echaron fuera de la ciudad y empezaron a apedrearle. Los testigos pusieron sus vestidos a los pies de un joven llamado Saulo.»


Los milagros